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Herederos de Demóstenes y Cicerón

El colegio de Fomento Los Olmos, centro de educación diferenciada solo para niños, cultiva el arte de la palabra y es ganador desde 2018 del Concurso de Oratoria de la Comunidad de Madrid


Puede que la oratoria les suene a algunas personas a una práctica antigua admirada por los enamorados de la cultura clásica. El arte de usar la palabra en público no cuenta, actualmente, con gran respaldo en la sociedad, pero los alumnos del colegio de Fomento Los Olmos, ubicado en la madrileña zona de Retiro, destacan de un modo sobresaliente entre los mejores oradores.


La amplia lista de premios que han conseguido confirma su maestría en la disciplina. No sólo ganan certámenes del circuito especializado como Impacta, el convocado por las Esclavas de Chamberí o el del municipio extremeño de Barcarrota, sino que se mantienen desde 2018 en el podio del Concurso de Oratoria, que organiza la Comunidad de Madrid.


Atesoran oros de este certamen regional, pero también bronces, pues en un par de ediciones anteriores, las de 2016 y 2017, lograron la tercera posición.


Los certámenes de oratoria son citas muy esperadas por los colegios participantes, pues trabajan a conciencia en los temas propuestos.


«Somos los campeones de Madrid y preparamos ahora con ilusión y exigencia la próxima edición, que será la séptima», comenta Antonio Gervas, subdirector de Primaria de Los

Olmos.


El enriquecimiento cultural, la mejora de la autoestima, de la capacidad de síntesis y de la memoria son cualidades desarrolladas al hablar con frecuencia al auditorio.


El subdirector de este colegio madrileño lamenta que en el mundo académico no se trabaje más profundamente una habilidad tan necesaria.


«La expresión oral está recogida en la legislación vigente, pero queda mucho para que todos los estudiantes aprendan a hablar en público igual que saben leer y calcular», valora el responsable escolar.


En Los Olmos consideran que trabajar la oratoria requiere, además de esfuerzo, un método sistemático y organizado, que prepare para hablar con soltura y sin miedo. Por eso en el centro esta disciplina se acerca a los alumnos desde primero de Educación Infantil, y así están acostumbrados a hablar en público cuando llegan a quinto y sexto de Primaria.


«Con el proyecto El juego de la oratoria y los materiales con los que trabajamos –diseñados por Fomento y la Editorial Social y Cultural (ESC)– abordamos todas las semanas y en todos los niveles la materia de modo curricular», explica Gervas.


Los manuales que usan incluyen recitar poesías, hablar de uno mismo, inventar una

historia, describir un animal o contar un cuento.


El Concurso de Oratoria de la Comunidad de Madrid se articula en torno a pruebas que incluyen la improvisación, declamar un discurso, defender una idea y motivar con la

palabra. Hay pruebas memorísticas, pero no se pretende repetir al modo de un papagayo, sino desarrollar destrezas que implican dominar diversidad de temas.


«La iniciativa impulsa la competencia lingüística con hincapié en la pronunciación, la entonación y la fluidez en la expresión oral», explica Enrique Ossorio, consejero de Educación, Ciencia y Universidades de la Comunidad de Madrid. La información, la

argumentación y la persuasión son los tres aspectos principales que valora el jurado. Dentro de cada uno de ellos puntúan al alza múltiples cualidades, desde la claridad a la gestualidad o la capacidad para conmover.


 

Fuente: extracto del artículo Herederos de Demóstenes y Cicerón, El Mundo, 26 de enero de 2022.

Foto: El Mundo

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