Brotherhood: no solo compañeros sino hermanos
- Be.Different
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Brotherhood puede traducirse por compañerismo; aunque en las escuelas diferenciadas solo de chicos adquiere un significado más amplio, profundo y duradero, que se corresponde mejor con la expresión "hermandad".
La educación es mucho más que la transmisión de conocimientos; es la formación integral de la persona, en todas sus dimensiones. En este sentido, el vínculo que se forma entre los alumnos de una institución educativa no debe limitarse a una simple relación de compañerismo. En las escuelas que promueven la educación diferenciada y el desarrollo del carácter, se busca algo más profundo: la hermandad.
La diferencia entre compañerismo y hermandad
Un compañero es alguien con quien compartimos un espacio y experiencias -la palabra procede de "compartir el pan"-; pero un hermano es alguien con quien construimos una relación basada en la confianza, el apoyo mutuo y el crecimiento personal. En la educación diferenciada, se fomenta una comunidad donde los alumnos no solo aprenden juntos, sino que también se ayudan a desarrollarse como personas íntegras, forjando lazos que trascienden el aula.
Hermanos de sangre
Band of Brothers es una miniserie de televisión, ambientada en la Segunda Guerra Mundial y basada en el libro homónimo de Stephen Ambrose. El título del libro procede de la obra de Shakespeare Enrique V. En la famosa arenga que el monarca inglés dirige a sus tropas antes de la batalla de Azincourt, pronuncia las siguientes palabras:
“Desde este día, y hasta el fin del mundo, los presentes seremos recordados. Nosotros, los afortunados; nosotros los que somos un grupo de hermanos. Porque aquél que derrame hoy la sangre conmigo, será mi hermano”.
Para el escritor, la compañía Easy -protagonista de la obra- no era distinta de otras unidades de élite; lo que la hizo especial fue el gran sentido de unidad entre la tropa y la notable calidad de sus oficiales.
El papel de la educación diferenciada en la formación de la hermandad
En un entorno de educación diferenciada, los alumnos pueden desarrollar su identidad sin presiones externas que dificulten su crecimiento. Esta modalidad permite que cada estudiante encuentre su lugar dentro de una comunidad de iguales, generando relaciones de confianza que propician el apoyo mutuo y la solidaridad. La hermandad que se crea en estos espacios favorece la autoestima, la responsabilidad y el sentido de pertenencia, fundamentales para su desarrollo personal y social.
Valores que consolidan la hermandad
La verdadera hermandad se cimienta en valores esenciales:
Respeto: Apreciar y valorar las diferencias de cada individuo.
Lealtad: Estar presente en los momentos difíciles y celebrar los logros de los demás.
Solidaridad: Ayudar al otro sin esperar nada a cambio.
Compromiso: Fomentar un entorno donde todos puedan crecer juntos.
La hermandad trasciende la escuela
Los lazos de hermandad formados en la etapa escolar no se limitan a esos años, sino que perduran a lo largo de la vida. Muchos exalumnos de escuelas diferenciadas destacan que las amistades y relaciones que forjaron en su juventud continúan siendo un pilar en su vida adulta. Esta red de apoyo es una de las mayores fortalezas de este modelo educativo, pues permite que los estudiantes sigan creciendo juntos en todas las etapas de su vida.
En un reciente artículo, Richard Reeves manifiesta el convencimiento de que las habilidades relacionales importan más que nunca, especialmente para los hombres: “Las habilidades que te hacen ganar dinero se superponen considerablemente con las que te hacen ser un buen compañero de vida y un buen padre o madre (...) Y, cada vez más, también para ser un buen trabajador.
¿Cómo y dónde se desarrollan mejor las habilidades relacionales?
Reeves lleva tiempo hablando con educadores y estudiantes en escuelas para varones. “Una gran parte de la propuesta de estas instituciones de un solo sexo -explica- va precisamente en esa línea: pueden ayudar a los niños y a los hombres a desarrollar habilidades relacionales más sólidas, precisamente porque son de un solo sexo. Sin niñas y mujeres a su alrededor, tanto los niños como los hombres pueden y deben mejorar su capacidad de expresión y de aprendizaje de habilidades de comunicación.
Si eso es cierto (y es una incógnita), entonces la defensa de la educación diferenciada por sexos para los niños, o al menos de algunos espacios exclusivamente masculinos, podría irónicamente ser más sólida en un mundo más igualitario en términos de género que en uno sexista. Tal vez las instituciones exclusivamente masculinas sean una mala idea en el patriarcado, pero ¿una mejor en condiciones de mayor igualdad?”.
Conclusión
La educación diferenciada no solo busca la excelencia académica, sino también la formación de personas con un fuerte sentido de comunidad y hermandad. Más allá del compañerismo, se forjan relaciones duraderas basadas en valores sólidos, que acompañan a los alumnos a lo largo de su vida. Porque en la escuela no solo se encuentran compañeros, sino verdaderos hermanos.
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Fuentes:
How men can be invaluable at the dance. Richard Reeves, 8 de marzo de 2024
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